Los médicos suelen establecer una graduación de las enfermedades para poder precisar el tratamiento y pronóstico de estas. La más habitual y sencilla es establecer tres grados: leve, moderada y grave o intensa.

En el período inicial de la demencia (escasa lesión cerebral) la demencia es de INTENSIDAD LEVE, y la enfermedad puede pasar desapercibida. A veces queda enmascarada con un cuadro de depresión. Puede aparecer también algún trastorno de conducta o de la personalidad.

Las alteraciones en esta fase son fundamentalmente de memoria y fallos en algunas actividades funcionales fuera del hogar, como realizar compras (descontrol en las cantidades y manejo del dinero).

En el estadio de DEMENCIA MODERADA, la incapacidad para muchas actividades dentro y fuera del hogar es aparente. Pueden existir problemas para preparar comidas, manejo de lavadora, televisión y otros utensilios domésticos sencillos. Puede precisar ayuda en tareas como vestirse adecuadamente y otras de aseo (lavarse). Suelen estar desorientados en tiempo y en espacio (no sabe en qué día está ni, a veces dónde) aunque suelen conservar el habla y mantener un discurso aparentemente coherente. Por otro lado, pueden aparecer cambios de personalidad, presentar apatía o irritabilidad manifiesta (no querer realizar actividades y estar a la defensiva).

En el estadio de DEMENCIA GRAVE, existe dependencia continua (las 24 horas) de un cuidador por incapacidad del paciente para el manejo en actividades básicas como asearse, vestirse, alimentación. La comunicación puede ser muy limitada debido a que sólo pueda expresarse con monosílabos o frases cortas.