Origen de AFAMUR
Origen de AFAMUR
Mª Teresa Palacín Tortosa (Maithe Palacín de Normington), presidenta actual de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de la Región de Murcia (AFAMUR), fue una de las fundadoras de esta entidad.
Esta asociación nació como consecuencia de todas las dificultades, insuficiencias y desconocimiento de esta enfermedad que Maithe encontró en la Región de Murcia cuando su madre enfermó de Alzheimer.
A lo largo de 10 años, el estado de salud de su madre se fue deteriorando debido al avance de la enfermedad. Los cuidados de su madre comenzaron a requerir atención durante las 24 horas del día, lo que tuvo que compaginar con su vida laboral. Finalmente, su madre fue internada en un hospital psiquiátrico, la única institución dispuesta a aceptarla con su enfermedad.
Su madre falleció e inmediatamente se puso en contacto con personas especialistas y profesionales de distintos campos como médicos, geriatras, psicólogos, abogados y trabajadores sociales para intentar formar una asociación que ayudara a paliar todas las deficiencias encontradas en la Sanidad Pública con relación a la Enfermedad de Alzheimer. Comenzaron a trabajar en distintos proyectos y preparar la formalización y legalización de la Asociación como entidad privada sin ánimo de lucro. Esto requirió de reuniones periódicas en el domicilio particular de Maithe y en tiempos y horarios ajenos a la jornada laboral de la misma.
El 10 de diciembre de 1993 se formalizó legalmente la Asociación con el nombre de AFAMUR (Asociación de Enfermos de Alzheimer de la Región de Murcia), la primera en la Región de Murcia. En esta fecha todavía no había sede oficial y la ausencia de medios hizo que todo el trabajo de publicidad, contactos, reuniones, primeras informaciones y elaboración de primeros proyectos continuasen en el domicilio particular de su presidente Maithe. No existían infraestructuras y todos prestaban sus servicios de forma voluntaria. De este modo, consiguieron concienciar a los medios de comunicación, apareciendo incansablemente en la radio, televisión y prensa dando a conocer la enfermedad y todo lo relacionado a ella.
Iniciaron una campaña de sensibilización a los políticos de la Región, a la vez que intentaban conseguir subvenciones para el funcionamiento de AFAMUR.
Tras ello, alquilaron un local y buscaron socios con cuya aportación pudieron ayudar a mantener los gastos mínimos de la sede que habían alquilado.
De este modo, se comenzó a ayudar a los enfermos con una intervención más directa con geriatra, enfermero, psicólogo y trabajadora social, todos ellos trabajando de una forma voluntaria pues se trataban de fundadores socios. Asimismo, la presidenta se encargaba de la organización y la responsabilidad de todo sin desocupar sus quehaceres diarios.
Se organizaron cursos de formación de voluntariado, se logró involucrar a familiares de enfermos de una forma directa, se consiguió formalizar un convenio con el Ministerio del Interior para que objetores de conciencia desarrollaran su prestación en la Asociación en un programa de acompañamiento a las familias y, a su vez, se consiguió que los familiares empezaran a formar parte de la Junta Directiva.
En abril 1997 se formó la Junta Directiva de familiares de enfermos de Alzheimer, ostentando la labor de organización, gestión y representación de forma voluntaria y desinteresada económicamente (no disponen de salario por esta labor) hasta nuestros días. Por otro lado, proponen y deciden que los profesionales fundadores se queden como técnicos.
Maithe comenzó con tesón y seriedad su labor diplomática con la Junta Directiva, técnicos y políticos, consiguiendo logros muy importantes.
Gracias a ello, se consiguió la transformación de la Asociación para conseguir un colectivo dinámico y participativo que desarrolla actividades que tienen una importante repercusión social.
En el año 2001 AFAMUR inició el servicio de centro de día.
En febrero de 2002 en Orden Ministerial fue declarada Entidad de Utilidad Pública.
Año tras año, la entidad ha ido creciendo y confeccionando nuevos proyectos, siendo el último el nuevo Centro de Día en El Puntal, que es nuestro orgullo.
Atentamente, la Junta Directiva.